DOGMAS MARIANOS


Queremos ayudarte a acrecentar el amor por María, nuestra Madre, por ello te queremos dar a conocer un tema muy importante para la iglesia católica, cuando lo comprendas podrás saber porque El Santo Padre Juan Pablo II decía: “Todo Tuyo María”.



  1. ¿QUÉ ES UN DOGMA?


Dentro de toda la riqueza de la iglesia, existen verdades sobre la fe que son irrefutables, las cuales no tienen ni deben ser cuestionadas, estas forman parte de las cosas que nosotros como católicos creemos, estas verdades nos muestran cómo vivir y cómo celebrar nuestra fe. A esto lo conocemos como dogma, en conclusión se puede decir que es una verdad revelada por Dios y dada a las generaciones por las escrituras o por la tradición. Estos dogmas de fe son declarados por la cabeza de la iglesia, El Papa, y puesta a disposición para su aceptación a todos los fieles del Señor.


  1. DOGMAS MARIANOS


Existen dogmas que se refieren específicamente a María, estos han sido muy importantes para comprender mejor nuestra espiritualidad mariana, que de hecho han sido agregados con gran solemnidad en el calendario litúrgico, a continuación te dejamos los 4 dogmas marianos que han sido proclamados para la fe de la iglesia católica:

  1. La Maternidad Divina de María (Mejor conocida como la Theotokos, esta solemnidad se celebra el 1 de enero); Este dogma consiste en que la Virgen María es verdadera Madre de Dios, por haber engendrado por obra del Espíritu Santo y dado a la luz a Jesucristo, no en cuanto a su Naturaleza Divina, sino en cuanto a la Naturaleza humana que había asumido. La Iglesia afirma este Dogma desde siempre, y lo definió solemnemente en el Concilio de Efeso (siglo V). El Concilio Vaticano II menciona esta verdad con las siguientes palabras: "Desde los tiempos más antiguos, la Bienaventurada Virgen es honrada con el título de Madre de Dios, a cuyo amparo los fieles acuden con sus súplicas en todos sus peligros y necesidades" (Const. Dogmática Lumen Gentium, Num 66).

  2. La Inmaculada Concepción de María (Esta solemnidad se celebra el 8 de diciembre); Este dogma consiste en que la Virgen fue preservada inmune de la mancha del pecado original desde el primer instante de su Concepción, por singular gracia y privilegio de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo, Salvador del genero humano. Esta verdad fue proclamada como Dogma de Fe por el Papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1854, en la Bula Ineffabilis Deus.

  3. La Virginidad Perpetua de María (Esta solemnidad se celebra el 2 de julio, esta fecha se instituyó recientemente); El dogma consiste en que la Madre de Dios conservó plena y perdurablemente su Virginidad. Es decir, fue Virgen antes del parto, en el parto y perpetuamente, después del parto. La Iglesia afirma este Dogma desde el Credo compuesto por los Apóstoles. El Concilio Vaticano II dice: "Ella es aquella Virgen que concebirá y dará a luz un Hijo, que se llamará Emmanuel" (Const. Dogmática Lumen Gentium, n 55).

  4. La Asunción de la Virgen María (Esta solemnidad se celebra el 15 de agosto); El Dogma consiste en que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen, cumplido el curso de su vida terrena fue subida en cuerpo y alma a la gloria celestial. Este Dogma fue proclamado por el Papa Pío XII, el 1º de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus.


Otros títulos que se le conceden a Nuestra Señora serían: Madre de los hombres, Madre de la Iglesia, Abogada Nuestra, Corredentora, Medianera de todas las gracias, Reina y Señora de todo lo creado, y todas las alabanzas que contiene el Rosario.


  1. ¿POR QUÉ DEBEMOS CREER EN LOS DOGMAS MARIANOS?


Cada uno de los dogmas que hemos enlistado anteriormente han sido puestos en duda por muchas personas, muchas sectas han intentado desvirtuar estos hechos de fe, pero cada uno de ellos fue puesto en oración y se ha pedido la asistencia divina de Dios para que iluminará en las decisiones para su proclamación. Todos estos dogmas tienen un respaldo y una base muy sustentada la cual está evidenciada en las escrituras o en la tradición de los primeros apóstoles. Entonces, ¿Debemos creer en ellos? Si, debemos creerlos plenamente. Si alguno se atreviera a negarlos o dudar de ellos conscientemente, cometería un pecado mortal y se apartaría de la correcta doctrina que debe practicar y vivir como católico.


Pidamos a Nuestra Madre, Trono de Sabiduría, que nos ayude comprender estos hechos de fe y que a través de esto nos ayude a amar más a su hijo, proclamemos que María es Madre de Dios y que como hijos de ella nos muestre el mejor camino para llegar hacia Él.


/ENij


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