EUCARISTÍA, ORIGEN Y SIGNIFICADO

 


La Eucaristía tiene su origen en las comidas del Jesús histórico y su significado apunta al memorial del sacrificio de Cristo, no como una mera reiteración de este sacrificio o recuerdo de la cruz, sino como presencia viva, en el espacio y el tiempo, del sacrificio de Jesús realizado en la historia y eternizado en la resurrección. En este sentido, la Eucaristía se torna para los cristianos como signo y anticipación del banquete del Reino; un signo que se expresa desde la última cena celebrada antes de ser entregado, así como en los relatos de las comidas del Resucitado. Por ende, los textos bíblicos del nuevo testamento recogen las palabras y los gestos de Jesús en la última Cena, a la vez que dan testimonio de la praxis eucarística de la primera comunidad cristina. 

La Eucaristía en cuanto comida tiene un gran simbolismo cultural y teológico: comer juntos, comer en la misma mesa, es uno de los signos más fuertes de amistad. En tiempos de Jesús “compartir la mesa significaba solidarizarse con los comensales”. Por eso, si queremos comprender su significado es menester poner atención a las comidas de Jesús. 

El banquete es la imagen que Jesús emplea para anunciar lo esencial del Reino de Dios: "Cuando des un banquete invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos" (Lc 14,13.21). EI reino de Dios es vida para los pobres, para los que antes de nacer ya están condenados a la marginación y a la muerte.

La Eucaristía como signo de compartir la vida y solidarizarse con los pobres y desamparados de este mundo, es el gesto que entendieron muy bien las primeras comunidades cristianas. En Hech 2,42-47 tenemos una síntesis perfecta de cómo vivían los primeros cristianos este acontecimiento. Allí se nos cuenta que “partían el pan en sus casas”. Entonces la Eucaristía recibía el nombre de la “fracción del pan” (Hech 2,42), porque este es el signo que Jesús realizó con sus discípulos en la última cena. Recordemos que, después de resucitado, los discípulos que no se dieron cuenta de que Jesús caminaba con ellos, lo "reconocieron al partir el pan" (Lc 24,30-31).

Ahora bien, las primeras comunidades cristianas no solamente parten el mismo pan, no solo celebran este rito, sino que sacan las consecuencias prácticas, viven la Eucaristía en la vida, por eso el texto añade: "Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común" (Hech 2,44) y más adelante insiste: "en el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo, lo poseían todo en común y nadie consideraba suyo nada de lo que tenía" (Hech 4,32).

De aquí se entiende por qué la Eucaristía en la tradición cristiana, fue acogido como sacramento en el que la comunidad de creyentes se compromete a compartir la misma vida que llevó Jesús y a compartir la misma vida con los pobres de la humanidad.  Un sacramento vivo y vivificante que va más allá de ser un rito, un acontecimiento que renueva el compromiso cristiano de seguir a Jesús y optar por el banquete del Reino.


Comentarios