LA VOLUNTAD DE DIOS

Muchas veces a lo largo de la vida nos suceden cosas de las cuales no siempre estamos preparados, cuando menos los piensas te ocurren situaciones a ti o a tus seres queridos que no tenían contemplados. Todo esto lo podemos atribuir a lo que llamamos Voluntad de Dios, pero de qué se trata, cuál es la intención de Dios sobre todo esto, por qué algunas veces sufrimos o nos sentimos abandonados por Él. Todo esto lo veremos en el presente escrito.

1. ¿Qué es Voluntad Divina?

Dios en toda su soberanía y siendo el creador de todo, tiene la potestad de decidir qué cosas suceden y qué cosas no. Porque como dice Efesios 1, 11: “Dios hace todas las cosas según los designios de su voluntad”. Entonces en pocas palabras nada puede frustrar sus planes y nada más ocurrirá más allá de su control. Por ello siempre hemos dicho y pensado que todo lo que sucede es porque así Él lo ha querido, aunque no debemos dejar a un lado el tema de la libertad y el libre albedrío que también entran en juego cuando de voluntad divina se refiere. No debemos olvidar que la máxima de la voluntad de Dios es que todos seamos uno con Él, que alcancemos la santidad y que seamos felices.

2. ¿Qué es el libre albedrío y qué papel juega en la voluntad de Dios?

El libre albedrío puede resumirse en que cada persona tiene toda la libertad de decidir qué hacer o no con su vida, tienes en tus manos el poder de elegir hacer lo que desees según tu corazón, como lo dice Siracides 15, 14: “Dios ha querido dejar al hombre en manos de su propia decisión”; entonces ¿Cómo funciona en este sentido la voluntad de Dios, si él no se interpone en mi libertad? Pues bien, como lo hemos dicho, Dios tiene el poder sobre todo y él mismo decide qué cosas suceden y cuáles no, aunque yo decida realizar cierta acción, Dios debe autorizar o rechazar, de manera pasiva, que eso suceda o no. Dios siempre podrá optar porque las cosas sucedan o intervenir para que no, siempre tomando en cuenta la máxima de su voluntad (que todos seamos uno con Él, que alcancemos la santidad y que seamos felices), por ello aunque decidas realizar una acción, deberás contar con su autorización para que pueda cumplirse la premisa de que siempre será la voluntad de Dios.

3. ¿Cómo puedo apegarme a la voluntad de Dios desde mi libertad?

Dios en su infinito amor ha querido que todos gocemos de la felicidad eterna, por ello mismo nos ha hecho la invitación a través de la persona de Cristo, a que permanezcamos unidos a Él, a su amor; que como ovejas sigamos la voz del Buen Pastor que nos invita al camino de la luz, siempre debemos tomar nuestras decisiones desde la perspectiva del bien para nosotros y del bien común. Debemos hacer un buen uso de nuestra libertad sabiendo que como lo dice San Pablo a los Gálatas 5, 1: “Para ser libres nos liberó Jesús”, esto quiere decir que ya hemos sido salvados y que ya podemos gozar del reino de los cielos, solamente debemos continuar colocando a Cristo como centro de nuestras decisiones, porque Él es el Camino, la Verdad y la Vida.

Esperamos que a ejemplo de la Virgen María, tú también puedas decir Sí a la voluntad de Dios aunque eso signifique negarse a sí mismo y tomar la cruz de cada día.

/ENij